sábado, 17 de noviembre de 2012

El egoísmo y la posición política

Hoy quiero hablar sobre un tema escabroso: la posición política de las personas. Es algo que he analizado con mi amada esposa, y después de mucho cavilar, hemos llegado a la conclusión que el "nivel de egoísmo" es una variable clave para definir la "posición política".

Si miramos los matices políticos de las personas, vemos que son infinitos. Para mí personalmente fue un verdadero descubrimiento comprender que, quizás, el nivel de egoísmo de las personas sea una de las pocas variables de control del comportamiento político, en particular, y del comportamiento humano, en general. Es decir, los infinitos matices del comportamiento político (o del comportamiento humano en general) son función de los infinitos valores que puede tomar la variable "nivel de egoísmo", entre otras posibles variables.

¿Cómo entender eso de "variable de control"? Veamos un ejemplo. Imaginemos una tubería por la que corre agua. Utilizando un pensamiento clásico podríamos intentar explicar el comportamiento del agua dentro de la tubería utilizando muchísimas variables. Sin embargo, podemos enfocar ese comportamiento de otra manera, considerando una única variable de control: la velocidad del agua. Así, para bajas velocidades del agua tenemos un movimiento laminar sin turbulencias. A medida que crece la velocidad aparece un primer remolino. Ese remolino se podría considerar como un movimiento caótico, sin embargo, también se puede considerar como un estado estable que surge solamente para cierta velocidad del agua. Si seguimos aumentando la velocidad obtendremos otros estados cada vez más turbulentos, pero que también surgen única e invariablemente para cierta velocidad del agua. Así pues, podemos decir que para determinada velocidad del agua siempre obtendremos determinado estado del agua, o sea, la velocidad es una variable de control.

En el caso que nos atañe, veo una relación directa entre el nivel de egoísmo y la posición política de las personas, es decir, mientras más egoísta es una persona, más tiende al pensamiento de derecha, y mientras más altruista es la persona, más tiende al pensamiento de izquierda. Por ejemplo, la derecha rancia es capaz de estar en contra de un plan social de entrega de viviendas a los pobres porque simplemente afecta su negocio de alquiler o de venta de casas, y es capaz de financiar sabotajes a un plan de salud gratuita porque afecta su negocio de clínicas privadas. A medida que la persona de derecha es menos egoísta empieza a estar de acuerdo con las políticas sociales, pero sigue imponiéndose el egoísmo sobre el interés colectivo. Cuando la persona empieza a colocar el interés colectivo sobre el interés propio, ya es de izquierda, aunque haya algunos que no lo quieran reconocer, y el extremo del altruismo de izquierda es cuando la persona es capaz de dar la vida por un sueño de un mundo mejor para la Humanidad. Si volvemos al ejemplo del agua en la tubería, podríamos decir que para cierto nivel de egoísmo (cierta velocidad del agua) tendremos siempre cierta posición política (cierto estado de turbulencia) que se manifestará de infinitas maneras.

CONJETURA (Tancredi-Peña). El comportamiento humano, en general, y el comportamiento político, en particular, dependen de muy pocas variables de control, una de las cuales (o quizás la única para el caso del comportamiento político) es el nivel de egoísmo de una persona, en particular, o de una sociedad, en general.

En el caso de las sociedades aplica el mismo principio; compárense, por ejemplo, el comportamiento rapaz (egoísta) de EE.UU. e Israel con el internacionalismo proletario (altruista) de la ex URSS, Cuba o la actual República Bolivariana de Venezuela.

Teniendo en cuenta la complejidad humana, lo más lógico sería pensar que son muchas las variables que definen el comportamiento humano, y quizás ése haya sido el tabú que no haya permitido cambiar el paradigma del estudio del comportamiento humano hacia el uso de una o muy pocas variables de control.

PROPUESTA DE PROYECTO DE INVESTIGACIÓN. Utilizar los conocimientos que hoy maneja la psicología para elaborar tests que midan el “nivel de egoísmo” y la “posición política”. Luego se podrían comparar los resultados y demostrar o refutar la Conjetura anterior.

Quiero destacar que, a mi parecer, las variables "posición política" y "nivel de egoísmo" tienen distribuciones normales, es decir, son campanas de Gauss. En este caso, la varianza sería un indicador de la polarización de la sociedad. A mayor varianza, más polarizada estaría la población (derecha-izquierda). A menor varianza, significaría que la posición política de las mayorías es más centrada, y los extremos (de derecha y de izquierda) son minorías. La media de la campana indicaría evidentemente, hacia cuál extremo está desplazada cierta sociedad. Quizás una medida de la "aberración" de cierta sociedad o país podría ser la comparación de su "campana" con la campana de una distribución normal centrada. Las tecnologías modernas de manejo de la información disponible en internet hacen perfectamente viable la obtención de las campanas que menciono.

PROPUESTA DE PROYECTO DE INVESTIGACIÓN. Utilizar "robots" para acceder aleatoriamente al universo de páginas web de cierto país y realizar un análisis estadístico de los contenidos (sin entrar en análisis semánticos de los textos, para no violar los derechos de las personas): así se podrían obtener las "campanas" de los países en tiempo real. Estas campanas serían tanto más representativas cuanto más penetración de internet haya en los países. Esto podría ayudar a monitorear, por ejemplo, el nivel de xenofobia en un país y tomar a tiempo las medidas necesarias.

En una próxima entrada hablaré sobre el egoísmo, los instintos y los reflejos. Ciao.

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